UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE VIVIR...¡GRACIAS A TI!
- Misión Verde
- 13 jun
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 7 jul

A todos nos ha pasado alguna vez un nudo en el estómago antes de hablar en público, náuseas cuando estamos bajo mucha presión o incluso dolor abdominal sin una causa médica clara. Lo cierto es que nuestras emociones no se quedan en la mente; también se manifiestan en el cuerpo, y el sistema digestivo es uno de los principales receptores de ese impacto. Cada vez más investigaciones confirman la estrecha relación entre lo que sentimos y lo que ocurre en nuestro intestino. En este artículo exploraremos cómo las emociones pueden influir directamente en la salud digestiva, por qué este vínculo es más importante de lo que parece, qué consecuencias puede tener ignorarlo y cómo abordarlo de manera integral para mejorar tanto el bienestar emocional como el físico.
Si quieres saber más, lee el artículo completo en el número de Junio 2025 de Misión Verde.
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