CADAGOTA CUENTA:¿ESTÁS PERDIENDO SANGRE SIN NOTARLO?

No siempre se necesita una escena dramática digna de película de terror para perder cantidades importantes de sangre. Algunas veces basta con una caída, un periodo menstrual más intenso de lo habitual o inclusive un fuerte dolor de estómago mal diagnosticado para que el cuerpo comience a perder este líquido rojo que nos mantiene con vida. Aunque comúnmente solemos asociar el sangrado con una herida visible y aparatosa, hay algunas formas silenciosas que se esconden en las profundidades de nuestro cuerpo y se mantienen invisibles, pero son igual de peligrosas. Saber de su existencia puede ayudarnos a marcar una diferencia entre reaccionar a tiempo o poner en riesgo nuestra salud. 

Si quieres saber más, lee el artículo completo en el número de Junio 2025 de Misión Verde.